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jueves, 27 de noviembre de 2014

Los 16 buques mas grandes del mundo lanzan al aire tantas emisiones como 800 millones de coches.

En abril de 2014, el Pleno del Senado aprobaba por unanimidad el informe de una ponencia de estudio, propuesta por quien escribe, en nombre del Grupo Vasco, sobre las vertientes medioambientales, económicas y jurídicas del uso del gas natural licuado (GNL) como combustible marino.
Después de escuchar a muchos expertos en la materia (unos cuantos vascos entre ellos), la Comisión confecciono unas conclusiones e hizo unas propuestas al Pleno, que, tras su aprobación, fueron remitidas al Gobierno.
Como resultado de lo recogido en la recomendación numero 7 de ese informe, el Gobierno ha planteado en los Presupuestos Generales del Estado para 2015, una exención del 50% de las tasas portuarias a aquellos buques que usen el GNL como combustible.


Este es un tema desconocido para la población general, pero su regulación y el fomento del uso del GNL como combustible para los barcos era algo muy necesario, tanto desde el punto de vista del sector del transporte marítimo, como desde el de quienes estamos preocupados por la preservación del medio-ambiente y por la lucha contra el cambio climático.
Unos datos.
Los 16 buques mas grandes del mundo lanzan al aire tantas emisiones como 800 millones de coches.
Un único buque de estos puede legar a emitir a la atmósfera 500 toneladas de azufre al año.
Pero lo que parece escandaloso en términos absolutos, no lo es tanto, si lo comparamos con otros medios de comunicación y transporte.
Por ejemplo, un buque de mas de 8.000 DWT (toneladas de peso muerto) consume 0.06 kWh(fuel) por tonelada transportada y kilómetro y emite 15 gramos de CO2. Un camión-trailer pesado consume 0.49 kWh/t/km y emite 50 gCO2/t/km y un Boeing 747 consume sobre 5 kWh/t/km y emite 540 gCO2/t/km.
O sea que, a pesar de todo, el transporte marítimo es muchísimo menos conta-minante y perjudicial para el cambio climático que cualquier otro medio de transporte, incluyendo el tren.
Pero esta situación es muy mejorable y, para ello, es importante cambiar el combustible actual de los buques.
En la actualidad, la inmensa mayoría de los grandes barcos, sobre todo de los más antiguos, utilizan lo que se denomina "bunker fuel". Entre los derivados del petroleo, este fuel sería lo que quedaría en el último paso de destilación, justo antes del alquitrán que se usa para asfaltar carreteras.
Por tanto, es un producto muy contaminante en sí mismo.
El GNL, en cambio, produce un 30% menos de CO2 que el bunker fuel y un 85% menos de NOx (óxidos de nitrógeno). Además, tiene una muy baja emisión de partículas pesadas o PM (muy perjudiciales para el efecto invernadero), no emiten humos visibles, ni hay acumulación de lodos en los depósitos. Y una de las grandes ventajas del GNL: no existen emisiones de SOx, porque, en el proceso de licuefacción del gas, se elimina prácticamente todo el azufre.
También es cierto que el metano que puede quedar sin quemar o emitirse por accidente es, probablemente, el gas que mas efecto invernadero provoca.
Por todo esto, las autoridades marítimas internacionales,  a través de la Convención Internacional de Prevención de la Contaminación de Barcos (MARPOL), vistos los daños medioambientales que puede producir el uso de bunker fuel, tanto en el efecto invernadero, en la contaminación del aire o por la lluvia ácida, decidieron definir unas Áreas de Control de Emisiones (ECA), para limitar la emisión de NOx, SOx y PM. En la actualidad, estas áreas ECA cubren los mares Báltico y del Norte y todas las costas de los Estados Unidos.
Por lo tanto, fomentar el uso del GNL en el transporte marítimo es muy importante para el medio-ambiente.
Pero además, en el caso vasco, es también una gran oportunidad para nuestra industria y para nuestras empresas.
Como país, Euskadi está en una situación envidiable para afrontar este reto. Tenemos un gran puerto, con las instalaciones de Bahía de Bizkaia Gas, listas para acometer los cambios necesarios para suministrar gas a los buques. BilboPort  es una pieza importante en la red transeuropea de transporte TEN-T, por lo que puede acceder a las ayudas de la Unión para su adaptación a estas tecnologías de suministro de combustible a los barcos. 
Además, la situación de Bilbao facilitaría el servicio a otros puertos menores del Cantábrico e incluso de parte de la costa francesa hasta Bordeaux, a base de gabarras gaseras.
Euskadi y el resto del estado español son punteros en la tecnología del gas, con los mas avanzados recursos humanos y tecnológicos.
En Euskadi están ubicadas las principales empresas tecnológicas fabricantes de motores, grandes y pequeños (Wärtsilä y Guascor) y los principales astilleros especializados en buques gaseros.
En resumen, una tecnología que aporta mucho desde el punto de vista medioambiental y también empresarial.

Y podemos decir alto y claro (aunque no se nos escuche demasiado) que la  iniciativa para que el Gobierno español apueste por este cambio ha sido del Grupo Vasco en el Senado.

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