martes, 3 de marzo de 2020

¡¡A ver si os dais cuenta ya de una vez de que necesitáis el cambio!!

Estos últimos días no hemos parado de ver y escuchar a la candidata de Podemos-E (de España), Miren Gorrotxategi, decir lo importante que es que las izquierdas se unan en Euskadi para acometer “el cambio que tanto necesita este país”.
La verdad es que no me extraña demasiado que la candidata haya sacado ese argumento, porque es fácil y simplón y, además, no compromete a nada.
Hablar del “cambio” solo supone quitar a quien está para poner a otro o para ponerse ella misma.
¿Para qué? Eso es lo de menos.
La cuestión es vender un "necesario cambio".
"Necesario cambio" que no acaba de llegar, porque los votantes "se resisten" a "darse cuenta" de lo bueno que sería para ellos. ¡Es que deben de andar muy despistados con el fútbol y el "Conquis"!
Nada nuevo bajo el sol
En la primera campaña a la que Podemos se presentó como tal, en una entrevista preelectoral, una periodista le preguntó a Pablo Iglesias qué pensaban hacer con “el problema de los autónomos”.
La respuesta fue: “sentarnos a hablar con ellos y después ver que podemos hacer”.
Esa era la “promesa electoral”.
Ganar las elecciones, sentarse a hablar y después ver qué hacer. En ese orden.
O sea, había que ganar para después “sentarse a hablar”.
Pura soberbia intelectual.
El problema es que en el juego democrático de partidos el orden es el inverso. Uno analiza lo que quiere o puede hacer con una necesidad social, diseña una solución desde sus postulados doctrinales o políticos y se lo propone a la sociedad y esta, SOLO ESTA, lo acepta y vota favorablemente o lo rechaza y te manda para casa.
Prometer “el cambio” es como prometer un nuevo día.
“Usted vóteme, que yo le prometo que, cuando gobierne, todos los días saldrá el sol”.
En cualquier caso, aunque haya dicho que no, si me sorprende un poco que el argumento venga de una persona que procede del mundo académico, que, además, tiene cierta e importante experiencia política/parlamentaria, en el Senado (donde coincidimos) y después en el Congreso.
Y me sorprende esencialmente por lo que he dicho: la simpleza del planteamiento.
Porque la Sra. Gorrotxategi vuelve al básico y ya obsoleto sistema de la distribución de la sociedad en izquierdas y derechas.
Y además nos hace el favor de ser ella misma quien defina quien es de izquierdas y quien no, aplicando un manual de política decimonónica, que ya se demostró que no sirve.
No habla de políticas o planteamientos mejores o peores para el desarrollo humano. Eso no da juego.
Hay que esforzarse demasiado en pensar y diseñar estrategias de trabajo. Hay que buscar la coherencia y el equilibrio y eso es muy aburrido.
Tiene poco glamour político y muy poca repercusión mediática.
Pero lo de izquierdas (todos buenos, blancos e inmaculados, más preocupados por los demás que por si mismos) y derechas (todos gordos caciques explotadores, fumadores de gruesos puros, que no tienen escrúpulos en destruir a sus semejantes a cambio de engordar sus cuentas corrientes) es mucho más fácil y aparente. Es una imagen mucho más arraigada en el imaginario popular y un recurso facilón.
Resumiendo, lo que busca la Sra. Gorrotxategi es una alternativa de izquierdas a EAJ-PNV.
Y, lógicamente, esto lo plantea porque considera que mi Partido NO es de izquierdas.
Ya le gustaría a ella que las izquierdas vascas y españolas tuvieran una mínima parte de la sensibilidad social real (no solo de boquilla, pancarta y postureo) que tiene el PNV y, sobre todo, que hubieran tenido la habilidad y la valentía de poner en práctica políticas sociales similares a las vascas cuando han gobernado, en gobiernos de todos los niveles.
O sea que el “cambio” que plantea la candidata no es para progresar, sino para que, siempre desde sus propias definiciones, la “izquierda” desplace a la “derecha”.
Bueno. Cada cual es muy libre de opinar como le plazca y de plantearse sus propios y particulares objetivos en esta vida.
Lo que no sé es que diría la diputada Gorrotxategi si en Madrid se hicieran las cosas de la misma manera.
¿Qué diría la diputada si aquellos a los que ella considera de derechas (EAJ-PNV, Coalición Canaria, Nueva Canaria, Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe…y por supuesto UPN, Foro Asturias, VOX, C’s y PP) aplicaran esa misma vara de medir, ese mismo esquema de decisión frente al gobierno de Madrid?
¿Qué diría su jefe y mentor, D. Pablo Iglesias, si, en una hipotética moción de censura o en los presupuestos, los demás votaran siguiendo esa misma línea del cambio de un Gobierno de “sus izquierdas” por otro de “sus derechas”?
En fin.
Puede que este discurso ya rancio de izquierdas contra derechas le sirva para simplificar e intentar colocar su mensaje con más facilidad, pero, desde luego, no sirve para prestigiar ni a quien lo formula ni a su proyecto político.
Por cierto: si, según Gorrotxategi, la razón de que la línea oficial vasca de Podemos haya perdido las primarias internas frente al dedazo central es que aquí se favoreció que el PNV tuviera presupuestos…¿qué dirá la Sra. candidata si EAJ-PNV entiende que tiene que votar a favor de los presupuestos del Gobierno PSOE-Podemos-E en Madrid?
¿Dirá que Podemos-E se ha vendido al capital o que EAJ-PNV se ha vuelto de izquierdas…pero solo fuera de Euskadi?
La verdad es que hay que vivir para ver.
Menos mal que las urnas volverán a poner a cada uno en su sitio…también el 5A.



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