Palacio de Zubieta |
Hoy he salido a caminar un rato por la variante y por el camino de Maderas.
Se trataba de quemar algunas de las calorías acumuladas en todos estos días revueltos de trabajo en Madrid y campaña electoral.
Saliendo de Lekeitio por Arropain, con un día como el que hacia hoy, es imposible no apreciar el paisaje que incluye la marisma del Lea y el Palacio de Zubieta.
Este precioso edificio está situado en el término municipal
de Ispaster, en una especie de enclave, rodeado de terrenos de Lekeitio. Hay
una leyenda
que explica esta “rareza”, pero la dejo para otra ocasión.
Para mi gusto, es uno de los palacios más bonitos de
Euskadi, tanto por su arquitectura como por el entorno en el que se encuentra, prácticamente sobre la ría del Lea, rodeado de arboles centenarios, fruto de la afición de los Adán de Yarza por la botánica.
En origen, en este enclave se situaba la torre de los Yarza,
que dominaba y controlaba una de las entradas por tierra a la Villa, la bocana de la ría del Lea y el pequeño puerto interior de
Lekeitio que estuvo situado en Arropain y en la otra orilla de la ría, donde se
construiría el molino de marea de Mariaerrota.
Pertenece a la familia Solano, heredera de los Adán de
Yarza.
Hoy en día, en los terrenos del palacio se encuentra el
Hotel Zubieta, muy bien regentado por los hermanos Zenaida y Mikel Solano
Belaustegigoitia. Un pequeño hotel con encanto, que se ha convertido en
referencia principal en Lekeitio y su comarca y muy importante en Euskadi, como
hotel con encanto.
Uno de los miembros importantes de esta familia ha sido D.
Carlos Solano Adán de Yarza, reputado pintor. Fue también un político de
EAJ-PNV, miembro del EBB en el exilio (si no estoy equivocado). Uno de los
promotores y fundadores principales del Batzoki de Lekeitio, fue alcalde y
diputado foral bizkaino en varias ocasiones.
En esa finca nació mi attitta Luis Eiguren, al igual que sus
otros 11 hermanos. Durante toda su vida, mis tías-abuelas Josefa y Filomena
(neskazaharras) siguieron trabajando en el cuidado del palacio y la familia,
que, en justa correspondencia, se hizo cargo de ellas y de su hermano cura
(Matías Eiguren) hasta que murieron.
Mi abuelo acabó en el “Deposito de Concentración de
Batallones Disciplinarios Miguel de Unamuno”, afectado terminal por una
esclerosis lateral amiotrófica, por haber sido (siempre según mi amuma
María) quien (o uno de quienes) trasladó
a Bilbao a Fernando Llasera Adán de Yarza, una de las victimas más jóvenes de
los fusilamientos del 4 de enero de 1937, creo que en la cárcel de Larrinaga.
Los Solano Adán de Yarza se decantaron por el nacionalismo humanista vasco y
los Llasera Adán de Yarza por el bando nacional y el movimiento franquista.
Profundizar en la vida de mi aittitta es una de mis
perpetuas tareas pendientes.
Algún día me pondré a ello. Seguro.
N.B.: Yo no soy historiador ni pretendo serlo. Ni tan siquiera soy un recopilador-acumulador de datos. Por lo tanto, si alguien considera que he cometido algún error u omisión en lo que he escrito, le agradecería que me lo hiciera saber, para corregirlo y, de paso, aprender.