Candidatos al Congreso y Senado por Araba, Bizkaia y Gipuzkoa |
La noticia ha alarmado a mucha gente y ha azorado al
sector cárnico (con razón). Pero no debemos echarnos las manos a la cabeza, ya
que lo afirmado por los expertos de la International Agency for Research on Cancer (IARC) tampoco es ninguna novedad.
No alteran sustancialmente las recomendaciones que desde
hace muchos años hemos realizado los médicos, nutricionistas y demás expertos
en la materia –incluidas, por supuesto, nuestras madres- de que lo saludable es
una alimentación equilibrada.
“Hay que comer de todo”, nos dicen.
Lo bueno, como la Euskal Okela, consumido sin abusar, se
convierte en magnifico.
Y es que no hace falta ser ningún experto para saber que
los excesos nunca son buenos, y que la diversidad siempre es saludable.
Lo mismo ocurre en política, donde, además de que el
exceso de chorizos produce algo más que colesterol y riesgo cardio-vascular,
resulta palmario que el abuso de unas u otras dietas mono-políticas siempre acaban
desarrollando carencias o excesos nefastos para la buena salud de la
democracia.
Dicho de otra manera -pasando a limpio la ilegible
caligrafía médica- las mayorías absolutas cercenan las aportaciones y las
inquietudes de los grupos minoritarios, las anulan, amputando en cierta manera
sus ideas y las de los ciudadanos a quienes representan en las instituciones.
De ahí la importancia de una dieta equilibrada en el
Congreso y en el Senado.
No se trata de elegir entre Mariano (PP) o Pedro (PSOE):
entre chorizo o mortadela.
Ni entre Rivera (Ciudadanos) o Iglesias (Podemos): salchichón
o choped.
Las elecciones a Cortes Generales (al Congreso y al
Senado, como dos patas del mismo banco) son para conformar unas Cámaras que
lleven la voz de todas las sensibilidades políticas de ese Estado plurinacional
(definido así mismito en la Constitución Española), en el que por ahora vivimos.
Candidatura de Bizkaia al Congreso y Senado. |
Para que se nos escuche y respete.
Unas opciones políticas aportaremos más sensatez,
racionalidad y buen hacer que otras, pero nos equilibraremos entre todas. No
como en los últimos cuatro años en los que el Gobierno ha tenido una actitud arrogante,
cerrada, intolerante y nada dialogante. No ha tenido intenciones ni ha sido
capaz de llegar a acuerdos, lo que nos ha obligado, a los representantes políticos
y, sobre todo, a la sociedad vasca y española en general, a tragar el menú que
el Partido Popular nos ha impuesto.
Y con abundante guarnición de “chorizos”, por si fuera
poco.
Es vital para Euskadi que en el próximo menú no falte el
Partido Nacionalista Vasco, como plato importante y saludable, como ha hecho en
sus 120 años de existencia.
Para trasladar las inquietudes y necesidades de Euskadi.
Para defender y luchar por la calidad de vida de todos
los vascos y las vascas.
Para pelear por no perder lo que con tanto sacrificio hemos
conseguido y recuperar lo que hemos ido perdiendo a lo largo de la historia y
nos corresponde por derecho.
Somos el colesterol bueno que equilibra las
obstrucciones arteriales que impulsan desde Madrid, con esas mayorías abusivas
y abusonas que frenan el traspaso de competencias o tratan de arrebatarnos las
conseguidas en legislaturas anteriores, con el único objetivo de minar la salud
de Euskadi y evitar que sigamos siendo el reflejo de su fracaso.
Sin dieta equilibrada, el cuerpo pierde la salud.
Sin una presencia fuerte
de EAJ-PNV en Cortes Generales, Euskadi pierde su voz.