viernes, 15 de julio de 2016

¡¡ Mientanme más, Señorías !!

La verdad es que la política española es una feria en la que cualquier cosa es posible y no siempre se respetan los principios que podríamos considerar como básicos en cualquier democracia solvente.
Uno de los pilares de la democracia representativa debería de ser la honestidad de los partidos y los candidatos con los ciudadanos y, muy especialmente, con sus votantes.
Y para esto es imprescindible cumplir con la palabra dada o al menos intentarlo, sin decir hoy “Diego”, cuando en víspera electoral dijimos “digo”.
Pero en España, aunque lo de cumplir nunca ha sido norma, ahora se está yendo un poco más allá aun: los ciudadanos, los votantes, todo el mundo está deseando que los políticos nos mientan.
Cada cual reza lo que sabe para que los cuatro grandes de la política española hayan mentido y no cumplan aquello que prometieron en campaña electoral.
Porque si lo hicieran, si cumplieran con todos los “noes” que dijeron antes del 26J, ahora sería imposible que hubiera un gobierno en el Estado y tendríamos que volver a unas nuevas elecciones.
Curiosamente, los mejor vistos y más valorados en estos momentos son precisamente quienes mienten más descaradamente y se desdicen de lo que afirmaron vehementemente antes.
Rivera, que dijo que vetaba expresamente a Rajoy para que fuera presidente, ya nos ha dicho que él nunca dijo lo que sí dijo…y todos encantados!
Ahora las miradas están puestas en Sanchez, que se ha desgañitado diciendo que jamás permitiría con sus votos (o sus “no votos”) la elección de un gobierno del PP. Pero ya eso es solo ”a día de hoy”. ¡Mañana será otro día!
De Iglesias poco podemos valorar, porque ha sido un continuo mudar, tanto sus postulados más básicos, como sus promesas electorales y ya es imposible marcar un antes y un después.
Y el cuarto, el novio despechado, inmutable esperando ofertas.
También es cierto que, ademas de celebrar que nos mientan, hay otra razón para estar contentos e ilusionados: a estas alturas de “sarao hispano-democrático”, no hace tantos años, ya estaríamos fritos a huelgas generales revolucionarias y salvajes  o habría surgido alguna autoridad, "militar por supuesto”, sable en mano, para salvar a la Patria y restaurar la paz y el orden.
Parece que “esas herramientas” ya no funcionan como algunos quisieran.
¡Gracias a Dios!
En fin.
Que hagan lo que quieran, pero que hagan algo.
Y, a poder ser, que sea algo de provecho.

Resumiendo, termino este post con lo que dice el viejo bolero: “Y qué más da // la vida es una mentira // miénteme más // que me hace tu maldad feliz”.

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